MURIO EL MAESTRO RAFAEL ESCALONA.
Este miércoles falleció en la capital del país a los 82 años de edad y después de varios meses de padecimientos físicos.Una falla renal sumada a varios males que le venían rondando se llevaron al maestro.. En el día de la Virgen se despidió para armar parranda como decía él, en el cielo junto a los santos.Durante dos semanas estuvo conectado a un respirador artificial, esto después de recuperarse de una insuficiencia cardiaca y sin salir de un cáncer que lo ponía a dudar de su inmortalidad.
Fue a las 4:36 cuando su corazón fuerte y enamoradizo se despidió, fue el final de un largo vallenato, el fin de quien por años mantuvo en el más alto escalón la música vallenata.El cuerpo del maestro Rafael Escalona permanecerá toda la noche en la sede de Sayco y este jueves será llevado al Capitolio Nacional donde estará en cámara ardiente hasta las horas de la tarde y luego trasladado a Valledupar.
RAFAEL CALIXTO ESCALONA MARTINEZ, nació en Patillal, Cesar, el 27 de mayo de 1927. Fue el séptimo de nueve hermanos,Hijo de Clemente Escalona Martínez y Margarita Martínez Celedón.
sus 15 años de edad compuso sus primeros versos, cosechando más de 85 canciones, plasmando historias de su vida y del departamento del Magdalena convirtiendo el género vallenato en la identidad de la región.Canciones como “El Hambre del Liceo”, “El Testamento” o “El Bachiller”, recuerdan al compositor. “En su juventud” o dedicaciones como “El profe Castañeda”, líricas que dan vida a la pasión, la poesía y el o del desamor.Aunque no consiguió graduarse y se vio confundido por la adversidad, la música lo elevó a la cima.Dos musas acompañaron su vida. Marina Arzuaga, la popular “maye” y Luz Marina Zambrano. Símbolo y mito, así lo hace ver "Cien Años de Soledad", al presentarlo con nombre y apellido entre los personajes de Macondo.
Revolucionó la radio en los años 30 y su historia se llevó a la televisión. Fue Cónsul de Colombia en Panamá radicándose después de tres años en Bogotá. Mujeriego y parrandero, el hombre lleno de versos se adaptó a la capital y siempre lo recordaremos de paño oscuro, con guantes iluminando los espacios con su elegancia y porte.
Escalona le deja a Colombia y al mundo del acordeón un sin número de enseñanzas. Sus composiciones seguirán cantándose en parrandas y conciertos.
Paz en su tumba.
Revolucionó la radio en los años 30 y su historia se llevó a la televisión. Fue Cónsul de Colombia en Panamá radicándose después de tres años en Bogotá. Mujeriego y parrandero, el hombre lleno de versos se adaptó a la capital y siempre lo recordaremos de paño oscuro, con guantes iluminando los espacios con su elegancia y porte.
Escalona le deja a Colombia y al mundo del acordeón un sin número de enseñanzas. Sus composiciones seguirán cantándose en parrandas y conciertos.
Paz en su tumba.
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